La mancha solar 1401 sigue muy activa. El pasado lunes, este punto negro sobre la superficie del Sol estalló junto a otro, el 1402, produciendo una llamarada solar de clase C6 dirigida contra el planeta Venus y con la potencia suficiente como para arrancarle una pequeña parte de su atmósfera. Este jueves, la mancha volvió a entrar en «erupción» y provocó una llamarada de clase M3 -aún más potente que la anterior- que se dirige casi directamente hacia la Tierra.
Según recoge el portal Spaceweather, es posible que la eyección de masa coronal, una inmensa nube de radiación y material solar, alcance nuestro planeta este fin de semana. En concreto, el golpetazo llegará hoy sábado, con un horquilla de más o menos siete horas.
Los científicos del centro Goddard de clima espacial de la NASA creen que esta nueva llamarada puede provocar fuertes tormentas geomagnéticas. Sus consecuencias aún están por ver, desde las más graves, el daño a satélites y redes eléctricas, posibles temblores de tierra. Esperemos que solo se quede en eso, como suele ser habitual-, la aparición de auroras en los polos.
También contra Marte
En realidad, la llamarada solar que se espera para el fin de semana no es de las peores, aunque se acerca mucho en la escala de intensidad. Según la potencia de su pico de emisión de rayos X (medidos en Watios por metro cuadrado), las erupciones solares se clasifican con las letras A, B, C, M o X, siendo X la más potente. Cada letra va seguida de un número del 1 al 9. En esta ocasión, la llamarada se ha clasificado como de tipo M3 y el campo magnético de nuestro planeta la desviará en su mayor parte hacia los polos. La actividad geomagnética será muy fuerte.
La nube también alcanzará Marte el domingo. El rover Curiosity de la NASA, de camino hacia el Planeta rojo, está equipado para estudiar las tormentas solares y puede ser capaz de detectar un cambio en las partículas ambientales cuando atraviese la eyección del Sol.