Las Casas Embrujadas del Barrio La Candelaria en Bogotá

Entre las paredes gruesas de los muros viejos del barrio, que guardan siglos de historia de Colombia, se esconden leyendas, mitos y relatos de muchas personas que aseguran haber visto un fantasma. Esta es la lista de las casas más embrujadas del barrio:

ANTIGUA CASA DE JOSE MARIA CORDOVEZ

En la calle 11 con carrera 2, se encuentra la casa en la que vivió José María Cordovéz Moure, autor de las “Reminiscencias de Bogotá”. En esta casa dicen que se encontraron cadáveres en las paredes.

Los diversos habitantes aseguran que en el primer piso se ve el espectro de una mujer, que les desordena la cocina y golpea las puertas con fuerza. Y que en la segunda planta, en las noches, se escuchan los gritos de auxilio de un hombre que llama a su madre. Otros testigos aseguran que lo han visto fumando en los pasillos y en los baños.

CAFÉ DE LA BRUJA

Los empleados del café La Bruja afirman que a pesar de no que en el baño no hay persona, se escucha la cisterna y ruidos. Los entendidos del tema atribuyen el fenómeno a las almas que quedaron en pena por la muerte violenta a manos del Servicio de Inteligencia Secreta (antiguo DAS) ocurrida en el día del Bogotazo.

Otros en cambio aseguran que es

el espíritu de una bruja que buscó a su hijo en los antiguos calabozos, donde mantenían a los presos con el agua hasta los tobillos. Se sabe que ella conquistó a los guardianes con sus platillos y la lectura de cartas y líneas de la mano pero que nunca encontró a su hijo.

También cuentan que, cuando estaban construyendo el conjunto residencial Puerta del Sol, los obreros encontraron restos humanos y que en algún descanso 'osaron' jugar fútbol con una calavera. Con tan mala fortuna que en la tarde uno de ellos cayó de un andamio y se fracturó el cráneo.

SEDE DE INSTITUTO COLOMBIANO DE ANTROPOLOGÍA, CALLE 11 No. 2-41

Los transeúntes dicen que ven la sombra de una señora en el balcón y recorrer los pasillos de la sede de este instituto. El mito narra que hace siglos un feliz matrimonio que no pudo tener hijos tomaba café todas las mañanas en el balcón de su casa. Era tan fuerte su amor que, a la muerte de la esposa, el señor de la casa no la enterró y la embalsamó para que lo siguiera acompañando en las mañanas.

En esta casa también existe otra leyenda, en torno al naranjo del patio central (hace años tuvieron que cortarlo porque después de 227 años se secó), ya que dicen que tenía frutos y flores todo el año; porque era cuidado por el espíritu de mujer rubia, que su esposo enterro allí bajo el árbol en un ataque de celos.

Ahora veamos un vídeo, capturado por la cadena de televisión colombiana RCH, se muestra una sombra que se pasea a pleno día sobre la calle 9 con carrera 9, en Bogotá, en el sector de La Candelaria.