La búsqueda del
"elixir de la eterna juventud y la felicidad" se ha extendido por
siglos y continentes. Pero últimamente esa búsqueda se ha centrado en las islas
de Okinawa, Japón.
En este lugar,
en un archipiélago del sur del territorio nipón, los adultos mayores no sólo
disfrutan de la mayor esperanza de vida del planeta, sino que la gran mayoría
de los años que llegan a vivir los pasan con un estado salud excelente y una
actitud alegre y activa. ¿cuál es su secreto? El ikigai.
Dicha filosofía
se remonta a los años 794 y 1185, en el periodo del Heian japonés, y se explica
por sus dos vocablos: Iki (vida) y Kai (lograr lo que se desea).
El método
Ikigai responde al eterno cuestionamiento del hombre: ¿cómo ser feliz y vivir
‘eternamente’? Consiste en encontrar, a lo largo de la vida, el equilibrio
entre lo que estamos haciendo (presente) y lo que nos encantaría hacer
(futuro).
¿Cuáles son los
pasos para ser felices, según el método Ikigai?
En pocas
palabras, se trata de un sabio equilibrio entre una alimentación saludable, la
actividad física que realices durante el día, cuánto hagas por el planeta; y la
calidad de amigos que conserves. Si lo logras aumentarás tu longevidad y, por
ende, calidad de vida.
Determina lo que te gusta y no te gusta
Escribe en un papel lo que te gusta y no te gusta, anota todo lo que se te ocurra que te hace sentir bien y feliz, no lo pienses mucho, escribe rápido según te venga a la cabeza.
Para poder encontrar nuestro ikigai debemos tener presentes los cuatro componentes siguientes:
- Lo que amas
- Lo que necesita el mundo
- Por lo que puedan pagarte
- En lo que eres bueno
Frente a ellos,
junto a nuestra pasión, misión, profesión, camino y vocación, un ¡kigai puede
ser cualquier cosa y diferente en cada uno. Algunos ejemplos de ikigai son:
- Cuidar el planeta.
- Crear algo nuevo para hacer que el mundo sea un lugar mejor.
- El amor hacia mis seres queridos.
- Ayudar a los demás.
- Conocer otras culturas.
- Trabajar en una ONG.
- Hacer artesanias
La felicidad de las pequeñas cosas
Reconocer todo lo que te rodea y agradecer
por ello es lo importante en este pilar. Haz lo que te haga felíz. No hagas nada que te produzca tristeza.
Estar en el
presente
Cuando vives la
vida en el aquí y ahora, realmente puedes ser agradecido con lo que tienes y
reconocer todo aquello que es importante para ti. Esto es especialmente
significativo cuando quieres hallar tu propósito en la vida, con todos los
sentidos bien abiertos para reconocer qué es lo que te mueve.
Come en
pequeñas cantidades
El método
Ikigai se fija también en cómo te alimentas; haciendo hincapié en las pequeñas
cantidades que ingieres y que provienen de la tierra, como verduras; frutas
frescas, arroz, tofu, alga, pescados, té verde, ajo negro, cúrcuma.
También se
evita el consumo de lácteos y azúcar, destacando el hábito de comer lentamente,
ya que el cerebro procesa la saciedad después de 20 minutos de haber ingerido cualquier
alimento.
Forma un Moiai,
la amistad
Esto quiere decir: haz tu propio grupo de buena energía,
grupos pequeños formados por vecinos o amigos con intereses en común que se apoyan mutuamente para ofrecerse seguridad, compañía, un trabajo en equipo que fortalece el sistema inmune y nervioso, en consecuencia, otorga a cada integrante felicidad diaria.
Haz una
actividad diaria
Mantener una vida activa, donde la actividad esté presente cada día, forma parte del ikigai. En el ikigai se defiende la preferencia de levantarse temprano y hacer ejercicios relajados.
Además, para ellos el concepto “jubilación” no
existe, los ancianos mantienen sus oficios hasta que su salud se lo permite,
porque les permite estar activos y les es transformado en felicidad por
poder hacer aquello que les motiva y por sentirse útiles.
Por último te invitamos a que busques esa chispa que te haga feliz en la vida. Haz lo que amas y dale un valor a todos lo que te rodean.